¿Tipo, tamaño, color de ojos? La identidad depende de mil opciones, de encuentros y de olvidos.
“OCHO” busca desorientarnos, reinventarnos, evidenciar nuestras múltiples facetas. A través del movimiento infinito, del simple caminar o del inexpugnable ciclo; la obra nos incita a pensar nuestra humanidad, nuestra identidad común.
Un circo con forma de teatro corporal (lenguaje corpóreo y universal) que se atreve a caminar, a correr riesgos, confiando siempre. Se lanza, choca y se abraza. En el vacío, ya no contra muros, sino contra la otredad, la alteridad inevitable de cada quien.
Compartir sensaciones, despertar recuerdos, dar un pulso común…
«Yo no tengo una personalidad, yo soy un cocktail »
¿Tipo, tamaño, color de ojos? La identidad depende de mil opciones, de encuentros y de olvidos.
“OCHO” busca desorientarnos, reinventarnos, evidenciar nuestras múltiples facetas. A través del movimiento infinito, del simple caminar o del inexpugnable ciclo; la obra nos incita a pensar nuestra humanidad, nuestra identidad común.
Un circo con forma de teatro corporal (lenguaje corpóreo y universal) que se atreve a caminar, a correr riesgos, confiando siempre. Se lanza, choca y se abraza. En el vacío, ya no contra muros, sino contra la otredad, la alteridad inevitable de cada quien.
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«Yo no tengo una personalidad, yo soy un cocktail »
Suculentas es una obra de circo contemporáneo, creada, interpretada y producida por artistas mujeres.
Una invitación vitalista que encuentra en escena la vida de tres mujeres que para conectar con su raíz más profunda emprenden un viaje material y sensible, cada una con su particular rareza y extroversión, y crean un universo único que las apasiona. La naturaleza -de la que son parte- celebra su retorno y teje con ellas, entre monte nativo, bosques, sierras, huertas y mar- sus almas. Deciden soñar despiertas y el jardín en el que siempre quisieron vivir cobra protagonismo en una trama social que se desmorona.
Tres Mujeres que suspenden sus ideas, las ponen de cabeza y se encuentran en círculo para, entre asombro y poesía, componer una extraña y fantástica realidad: La Suculenta. Una obra de circo (suspensión capilar, verticales y lira) que se entrama con diversos lenguajes escénicos como la música, la danza, la comicidad y los delirios.
Peter y Candy son una pareja clásica, actual, que parecen tener todo bajo control a pura perfección. Pero no todo es lo que parece, en el transcurso del espectáculo podremos ser testigos de sus puntos débiles, sus aficiones y el quiebre en tensión de todo lo que llevan oculto en tantos años de un amor friccionado.
Suculentas es una obra de circo contemporáneo, creada, interpretada y producida por artistas mujeres.
Una invitación vitalista que encuentra en escena la vida de tres mujeres que para conectar con su raíz más profunda emprenden un viaje material y sensible, cada una con su particular rareza y extroversión, y crean un universo único que las apasiona. La naturaleza -de la que son parte- celebra su retorno y teje con ellas, entre monte nativo, bosques, sierras, huertas y mar- sus almas. Deciden soñar despiertas y el jardín en el que siempre quisieron vivir cobra protagonismo en una trama social que se desmorona.
Tres Mujeres que suspenden sus ideas, las ponen de cabeza y se encuentran en círculo para, entre asombro y poesía, componer una extraña y fantástica realidad: La Suculenta. Una obra de circo (suspensión capilar, verticales y lira) que se entrama con diversos lenguajes escénicos como la música, la danza, la comicidad y los delirios.
BANG! A través del humor viven cada vez que sucede. En un mundo grotesco se desarrolla la batalla de estos peculiares personajes contra sus monstruos internos, sin más armas en la mano que los malabares, la danza y la acrobacia, toman con humor lo frágil que es la idea de lo correcto.
La fuerte personalidad de los personajes genera un contrapunto complementario que realza tanto los pequeños detalles como las grandes hazañas del circo.
Él, Robert, está abrumado con las obligaciones de ser un adulto. Ella, Dina, es experta en felicidad, la consume a diario. Con simpatía brutal, o más bien brutalidad simpática, empuja a Robert a su transformación.
Se abre el telón y al grito de Opalalá se anuncia al público una gran función de este maravilloso circo. Tras bambalinas aguardan actos extraordinarios y sorprendentes. Pero este circo peculiar guarda un pequeño secreto, que a medida que transcurre el espectáculo comienza a develarse. El circo único, cuenta solamente con un artista que interpreta todos los roles: es el acróbata, el malabarista, el mago, el hombre forzudo y hasta el león. La presentadora y el versátil personaje tienen el desafío de intentar llegar al final del show sin que niñas y niños se den cuenta de la inevitable situación bochornosa.
Opalalá es un espectáculo ágil y divertido, que combina diferentes disciplinas circenses con el teatro clownesco, es una puesta que busca un encuentro cálido y alegre con el público, una experiencia para compartir en familia. Desfilan por el escenario de Opalalá malabares, acrobacia de piso, bola de contact, una mal lograda demostración de fuerza, un acto de ilusionismo y el número final, la domadora y el león.
BANG! A través del humor viven cada vez que sucede. En un mundo grotesco se desarrolla la batalla de estos peculiares personajes contra sus monstruos internos, sin más armas en la mano que los malabares, la danza y la acrobacia, toman con humor lo frágil que es la idea de lo correcto.
La fuerte personalidad de los personajes genera un contrapunto complementario que realza tanto los pequeños detalles como las grandes hazañas del circo.
Él, Robert, está abrumado con las obligaciones de ser un adulto. Ella, Dina, es experta en felicidad, la consume a diario. Con simpatía brutal, o más bien brutalidad simpática, empuja a Robert a su transformación.
¿Tipo, tamaño, color de ojos? La identidad depende de mil opciones, de encuentros y de olvidos.
“OCHO” busca desorientarnos, reinventarnos, evidenciar nuestras múltiples facetas. A través del movimiento infinito, del simple caminar o del inexpugnable ciclo; la obra nos incita a pensar nuestra humanidad, nuestra identidad común.
Un circo con forma de teatro corporal (lenguaje corpóreo y universal) que se atreve a caminar, a correr riesgos, confiando siempre. Se lanza, choca y se abraza. En el vacío, ya no contra muros, sino contra la otredad, la alteridad inevitable de cada quien.
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«Yo no tengo una personalidad, yo soy un cocktail »
LIMINAL es una obra de circo contemporáneo donde a través del cuerpo y los objetos se habla de las contradicciones de lo humano. Una invitación para habitar el caos desde un lugar de posibilidades. ¿Cómo lidiamos con la ruptura de conceptos y estructuras tan rígidamente construidas?. ¿Cómo construimos lo nuevo? Atravesar los límites para quedarse en el umbral de la incertidumbre donde aparece lo inesperado, lo múltiple, lo diverso. Dos personajes que dan un paso a lo desconocido y entonces, empieza el recorrido….
Peter y Candy son una pareja clásica, actual, que parecen tener todo bajo control a pura perfección. Pero no todo es lo que parece, en el transcurso del espectáculo podremos ser testigos de sus puntos débiles, sus aficiones y el quiebre en tensión de todo lo que llevan oculto en tantos años de un amor friccionado.
¿Dónde guardamos nuestros sueños? ¿En el corazón? ¿En la cabeza? ¿Dentro de la almohada para dormir? ¿El sueño es futuro o pasado? ¿Qué soñamos en el pasado y qué soñamos ahora? Independientemente de la etapa de la vida en la que nos encontremos, todos queremos soñar, soñar historias, soñar futuros, imaginar caminos posibles, tener ideas y poder llevarlas a cabo.
En un espacio onírico, entre el sueño y un lugar imaginado, miramos la silueta de una mujer. Almohadas gigantes, espacio de juego. ¿Es un dormitorio o un parque? ¿Está entre las nubes o en su propia cama? ¿Su cuerpo se ha encogido o las cosas están cambiando de tamaño?
A lo largo del espectáculo, la artista descubre diferentes facetas del escenario manipulado, que explota, revela objetos y crea nuevas formas que cobran vida con la ayuda del personaje. Se desconoce si anima objetos o si son los objetos los que la animan.
Una figura adulta que se divierte en ella y que, a través del cuerpo de circo, juega, se enfrenta a pesadillas, sube paredes y se permite imaginar tanto como los demás. Un adulto que quiera y esté dispuesto a interactuar con sus fantasías.
BANG! A través del humor viven cada vez que sucede. En un mundo grotesco se desarrolla la batalla de estos peculiares personajes contra sus monstruos internos, sin más armas en la mano que los malabares, la danza y la acrobacia, toman con humor lo frágil que es la idea de lo correcto.
La fuerte personalidad de los personajes genera un contrapunto complementario que realza tanto los pequeños detalles como las grandes hazañas del circo.
Él, Robert, está abrumado con las obligaciones de ser un adulto. Ella, Dina, es experta en felicidad, la consume a diario. Con simpatía brutal, o más bien brutalidad simpática, empuja a Robert a su transformación.
Una reina vive sola en lo alto de su palacio cumpliendo con el mandato real de tener que ser reina. Inesperadamente llega una visita al palacio que cambiará en absoluto sus planes.
Un unipersonal en clave clown, con una narrativa cómica y poética que confronta al público con las maravillas y miserias de la existencia humana. Entre el caos y el orden, el poder y la obediencia, lo incorruptible y lo vulnerable, el mandato y la libertad y entre lo imponente y lo irreverente, se va tejiendo la trama de la vida.
Lo poético y lo cómico comparten como característica unir aquello que no estaba relacionado, aquello que en la lógica común no se junta. Este mecanismo creativo orientó pues, nuestra creación: una reina encarnada por una clown, el orden absoluto con el caos total, la represión de las emociones con el desborde de las mismas. Todo esto combinado para dialogar, reírse, enojarse con temas que nos interpelan y para intentar desafiar a la muerte.
Peter y Candy son una pareja clásica, actual, que parecen tener todo bajo control a pura perfección. Pero no todo es lo que parece, en el transcurso del espectáculo podremos ser testigos de sus puntos débiles, sus aficiones y el quiebre en tensión de todo lo que llevan oculto en tantos años de un amor friccionado.
¿Dónde guardamos nuestros sueños? ¿En el corazón? ¿En la cabeza? ¿Dentro de la almohada para dormir? ¿El sueño es futuro o pasado? ¿Qué soñamos en el pasado y qué soñamos ahora? Independientemente de la etapa de la vida en la que nos encontremos, todos queremos soñar, soñar historias, soñar futuros, imaginar caminos posibles, tener ideas y poder llevarlas a cabo.
En un espacio onírico, entre el sueño y un lugar imaginado, miramos la silueta de una mujer. Almohadas gigantes, espacio de juego. ¿Es un dormitorio o un parque? ¿Está entre las nubes o en su propia cama? ¿Su cuerpo se ha encogido o las cosas están cambiando de tamaño?
A lo largo del espectáculo, la artista descubre diferentes facetas del escenario manipulado, que explota, revela objetos y crea nuevas formas que cobran vida con la ayuda del personaje. Se desconoce si anima objetos o si son los objetos los que la animan.
Una figura adulta que se divierte en ella y que, a través del cuerpo de circo, juega, se enfrenta a pesadillas, sube paredes y se permite imaginar tanto como los demás. Un adulto que quiera y esté dispuesto a interactuar con sus fantasías.
¿Tipo, tamaño, color de ojos? La identidad depende de mil opciones, de encuentros y de olvidos.
“OCHO” busca desorientarnos, reinventarnos, evidenciar nuestras múltiples facetas. A través del movimiento infinito, del simple caminar o del inexpugnable ciclo; la obra nos incita a pensar nuestra humanidad, nuestra identidad común.
Un circo con forma de teatro corporal (lenguaje corpóreo y universal) que se atreve a caminar, a correr riesgos, confiando siempre. Se lanza, choca y se abraza. En el vacío, ya no contra muros, sino contra la otredad, la alteridad inevitable de cada quien.
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«Yo no tengo una personalidad, yo soy un cocktail »
AMISTA’ es una ventana a la intimidad de tres malabaristas de semáforo, aquello que los automovilistas y peatones nunca llegarán a ver en la senda peatonal. La lucha por la supervivencia, la obsesión por el juego, la angustia de no ser y el miedo al fracaso. Y en el otro extremo, la fiesta, la amistad y la complicidad. Es un bascular constante para revelar la otra cara de la moneda, la que no sale a la calle. Una montaña rusa, absurda y delirante para reivindicar el género y llevarlo hacia otros horizontes que nunca tendrán tiempo de existir en 1 minuto de luz roja.
Peter y Candy son una pareja clásica, actual, que parecen tener todo bajo control a pura perfección. Pero no todo es lo que parece, en el transcurso del espectáculo podremos ser testigos de sus puntos débiles, sus aficiones y el quiebre en tensión de todo lo que llevan oculto en tantos años de un amor friccionado.
BANG! A través del humor viven cada vez que sucede. En un mundo grotesco se desarrolla la batalla de estos peculiares personajes contra sus monstruos internos, sin más armas en la mano que los malabares, la danza y la acrobacia, toman con humor lo frágil que es la idea de lo correcto.
La fuerte personalidad de los personajes genera un contrapunto complementario que realza tanto los pequeños detalles como las grandes hazañas del circo.
Él, Robert, está abrumado con las obligaciones de ser un adulto. Ella, Dina, es experta en felicidad, la consume a diario. Con simpatía brutal, o más bien brutalidad simpática, empuja a Robert a su transformación.
¿Dónde guardamos nuestros sueños? ¿En el corazón? ¿En la cabeza? ¿Dentro de la almohada para dormir? ¿El sueño es futuro o pasado? ¿Qué soñamos en el pasado y qué soñamos ahora? Independientemente de la etapa de la vida en la que nos encontremos, todos queremos soñar, soñar historias, soñar futuros, imaginar caminos posibles, tener ideas y poder llevarlas a cabo.
En un espacio onírico, entre el sueño y un lugar imaginado, miramos la silueta de una mujer. Almohadas gigantes, espacio de juego. ¿Es un dormitorio o un parque? ¿Está entre las nubes o en su propia cama? ¿Su cuerpo se ha encogido o las cosas están cambiando de tamaño?
A lo largo del espectáculo, la artista descubre diferentes facetas del escenario manipulado, que explota, revela objetos y crea nuevas formas que cobran vida con la ayuda del personaje. Se desconoce si anima objetos o si son los objetos los que la animan.
Una figura adulta que se divierte en ella y que, a través del cuerpo de circo, juega, se enfrenta a pesadillas, sube paredes y se permite imaginar tanto como los demás. Un adulto que quiera y esté dispuesto a interactuar con sus fantasías.
LIMINAL es una obra de circo contemporáneo donde a través del cuerpo y los objetos se habla de las contradicciones de lo humano. Una invitación para habitar el caos desde un lugar de posibilidades. ¿Cómo lidiamos con la ruptura de conceptos y estructuras tan rígidamente construidas?. ¿Cómo construimos lo nuevo? Atravesar los límites para quedarse en el umbral de la incertidumbre donde aparece lo inesperado, lo múltiple, lo diverso. Dos personajes que dan un paso a lo desconocido y entonces, empieza el recorrido….
En las escasas barberías provincianas de hoy quedan espejos rectangulares empañados por el tiempo y cubiertos de telaraña, sillas viejas que crujen, herramientas oxidadas, olor a grasa y clientes impacientes que esperan en silencio su turno. Pero hace sólo medio siglo, la barbería era nada menos que el lugar favorito de los caballeros. Un lugar discreto para hablar libremente de negocios e ideas. Y había música, había café y habían anécdotas subidas de tono del barbero de confianza. La barbería era, en definitiva, el centro neurálgico del pueblo.
La idea del espectáculo es recrear el ambiente de aquellos tiempos no tan lejanos en los que el barbero cantaba, tocaba música, servía bebidas, daba consejos... en una palabra, entretenía a sus clientes. Y, por supuesto, arreglaba barbas y cabellos. En la obra, el escenario no es otro que la propia barbería, animada por los tres aspirantes a barberos, y el público una gran sala de espera. El público de alrededor define sus límites espaciales y se convierte finalmente en parte integrante de la propia sala, es decir, del espectáculo.
Peter y Candy son una pareja clásica, actual, que parecen tener todo bajo control a pura perfección. Pero no todo es lo que parece, en el transcurso del espectáculo podremos ser testigos de sus puntos débiles, sus aficiones y el quiebre en tensión de todo lo que llevan oculto en tantos años de un amor friccionado.
En las escasas barberías provincianas de hoy quedan espejos rectangulares empañados por el tiempo y cubiertos de telaraña, sillas viejas que crujen, herramientas oxidadas, olor a grasa y clientes impacientes que esperan en silencio su turno. Pero hace sólo medio siglo, la barbería era nada menos que el lugar favorito de los caballeros. Un lugar discreto para hablar libremente de negocios e ideas. Y había música, había café y habían anécdotas subidas de tono del barbero de confianza. La barbería era, en definitiva, el centro neurálgico del pueblo.
La idea del espectáculo es recrear el ambiente de aquellos tiempos no tan lejanos en los que el barbero cantaba, tocaba música, servía bebidas, daba consejos... en una palabra, entretenía a sus clientes. Y, por supuesto, arreglaba barbas y cabellos. En la obra, el escenario no es otro que la propia barbería, animada por los tres aspirantes a barberos, y el público una gran sala de espera. El público de alrededor define sus límites espaciales y se convierte finalmente en parte integrante de la propia sala, es decir, del espectáculo.
BANG! A través del humor viven cada vez que sucede. En un mundo grotesco se desarrolla la batalla de estos peculiares personajes contra sus monstruos internos, sin más armas en la mano que los malabares, la danza y la acrobacia, toman con humor lo frágil que es la idea de lo correcto.
La fuerte personalidad de los personajes genera un contrapunto complementario que realza tanto los pequeños detalles como las grandes hazañas del circo.
Él, Robert, está abrumado con las obligaciones de ser un adulto. Ella, Dina, es experta en felicidad, la consume a diario. Con simpatía brutal, o más bien brutalidad simpática, empuja a Robert a su transformación.
¿Concierto continuamente interrumpido por las cómicas digresiones de los músicos o espectáculo de payasos bien apoyado por la música?
Clown in libertá es un momento de euforia, recreación y ritual catártico para tres divertidos, divertidos y "talentosos" payasos que parecen embargados por una emoción infantil ante la idea de tener un escenario y un público a su completa disposición. Sin una historia contada y sin ningún intercambio de palabras, Clown in libertá cuenta, por tanto, la historia de la tarde un tanto anómala de tres payasos que quieren montar un espectáculo para entretener, sorprender y finalmente conquistar, abrazar y besar al público transeúnte. Intentando por todos los medios sorprenderlo, a costa de intimidarse, de burlarse, acabarán provocando, en ocasiones, el descarrilamiento de la acción. Así que aquí hay secuencias cuerpo a cuerpo, duelos en cámara lenta, intrincados pasos de malabarismo que roban repetidamente herramientas de tu mano e incluso evoluciones y pirámides.
La música es el verdadero eje vertebrador de la acción y del desarrollo narrativo; acompaña, puntúa y puntúa cada segmento y cada acción. Todo el espectáculo resulta así un gran, único y continuo viaje musical que 'casi' nunca se detiene, ni siquiera durante las acrobacias más impensables.
BORSKA es el nombre de una antigua familia de circo de la cual sólo han quedado estos dos personajes: Nina, una diva que quiere realizar su acto a toda costa cual si estuviera en su época de esplendor y Katrasca, un payaso sin mucho que hacer, que intentará “ayudarla” pero por más que quiera no podrá dejar de perjudicarla.
Un espectáculo que habla de los obstáculos y sobre cómo superarlos (e incluso de cómo beneficiarse frente a ellos), porque como dice el refrán: “un mar en calma nunca hizo experto a un marinero”. La manera de combinar la destreza circense con una dramaturgia y un humor no verbal hace que el espectador (no importa su procedencia ni edad) pueda reir, asombrarse y emocionarse al mismo tiempo.
Historias recicladas reúne una selección de sus mejores cuadros teatrales a través de los cuales la compañía repasa su historia, cuenta diferentes situaciones de la vida cotidiana donde disparatados personajes entran en conflicto constante por el protagonismo y el control. La música y el movimiento se entrelazan para generar un espectáculo de humor para toda la familia.
Urraka musicaliza en vivo breves relatos contados a través del movimiento con instrumentos de su creación, baldes, tubos de plástico, tapitas, botellas de vidrio, barriles de plástico y metal, son usados para tocar diferentes ritmos. Un espectáculo donde la escenografía está realizada íntegramente con material reciclado, un viaje por los sentidos que invita a comunicarnos desde diferentes lenguajes.
¿Tipo, tamaño, color de ojos? La identidad depende de mil opciones, de encuentros y de olvidos.
“OCHO” busca desorientarnos, reinventarnos, evidenciar nuestras múltiples facetas. A través del movimiento infinito, del simple caminar o del inexpugnable ciclo; la obra nos incita a pensar nuestra humanidad, nuestra identidad común.
Un circo con forma de teatro corporal (lenguaje corpóreo y universal) que se atreve a caminar, a correr riesgos, confiando siempre. Se lanza, choca y se abraza. En el vacío, ya no contra muros, sino contra la otredad, la alteridad inevitable de cada quien.
Compartir sensaciones, despertar recuerdos, dar un pulso común…
«Yo no tengo una personalidad, yo soy un cocktail »